¡Hola!
Soy Noe Alegre
y ando con ganas de contarte quién soy.
Hace unos años que vengo construyendo mi camino, mi servicio. ¿Cuál es? ¡Inspirarte! ¡Motivarte!
Amo sentirme fértil
¡Me siento semilla consciente! Sentir cuando trabajo con las personas que en cada encuentro siembro una semillita, el comienzo de la vida. Comenzás literalmente a brotar, cuando aprendes a ponerte en priodidad.
Esta es una invitación a FLORECER juntxs entonces. ¿Cómo? Integrando la naturaleza a la vida, a la casa, a la cocina. ¡Motivandote al hacer! E inspirándote a honrar la vida. Sembrar en vos la curiosidad, que pruebes, que te des la oportunidad.
Soy super proactiva, siempre en movimiento: haciendo, deshaciendo, probando.
Somos energía en movimiento. El movimiento es vida, este podría ser mi lema. Ariana intensa, sí.
Algo profundísimo con lo que me re-encontré en este camino es con la creatividad, la alegría y la pasión, que solo surgen cuando hacemos, cuando fluimos en lo que realmente somos en esencia.
El volver a la cocina me ha devuelto la conexión con la comida REAL, variada, simple, con la frescura, los olores, la alquimia y el buen gusto. Respetando al entorno, ecosistema, territorio, región. Usando ingredientes de temporada, con pasión, atención y precisión.
En resumen: practicar la paciencia.
Pero vamos un poco más atrás en mi historia.
A los 21 años comencé a trabajar en una empresa multinacional muchísimas horas, de lunes a sábados, a los años fui teniendo mayores responsabilidades y grupos de trabajo a cargo, observaron que esta ariana era laburadora, capaz, súper competitiva, perfeccionista, con carisma, en fin, vivía para el laburo y cumplir objetivos empresariales.
Les paso a detallar algo de mis hábitos de ese momento, seguramente mientras los leas, coincidirás con muchos de ellos:
Fumadora, mi momento de descanso siempre estuvo asociado a ir a fumar un pucho.
Pedía la comida en “burbujas”. Sí, como leen, ya que me molestaba frenar de laburar para comer.
Arrancaba con mate y algún que otro bizcocho que daba vueltas por ahí, laburaba.
Se hacían las 4 de la tarde, no había comido nada, pedía algún almuerzo, me sentaba a comer rápido, siempre rápido que hay que seguir. Otras veces ya era tan tarde que directamente merendaba, me pedía un café con leche con medialunas rapidito que hay que seguir, mate, mate mate.
Toda la vida constipada. Iba al baño a lo segundo jaja cada 4/5/6 días. He llegado a estar más de 12 días, lo dejo para otro post.
Salía a las 8 con la cabeza que echaba humo, cansada, cuerpo agotado, llegaba a casa y me lanzaba a lo que hubiera. Si hay comida, como, si no hay sale un té con galletitas con queso y chau, a dormir, y asé durante días, años y años.
Mis desórdenes en la vida y en la alimentación hicieron que mi cuerpo empezara con las señales de colapso, a niveles emocionales, orgánicos y fisiológicos.
Angustia
Ataques de ansiedad
Atracones de comida
Mal humor
Irritabilidad
Enojo
Agresividad
Cansancio
Fatiga
Dolores de cabeza
Hemorroides
Mala digestión
Mal aliento
Dolores musculares
Acidez
Distención abdominal
Problemas dentales
Cólicos renales
Colon irritable
Colesterol
Gastritis
Ulceras
Acné
Rosácea
Brotes alérgicos
Exceso de peso
Juro que estas son algunas de las enfermedades digestivas e inflamatorias que experimenté. Visitaba regularmente a médicos clínicos, dermatólogos, traumatólogos, urólogos, gastroenterólogo, etcétera, etcétera. Tomaba diferentes antibióticos y analgésicos, me cortaban alimentos, ya que probaban cuáles me caían mal, pasaba el tiempo, los años, y seguía igual o peor, ningún tratamiento llego a disminuir aunque sea un poco esos síntomas.
En resumen: sentí que había tocado fondo y debía hacerme cargo de cómo llegue a esa situación. Me puse en movimiento y tomé decisiones. ¡Me arriesgué!
Me vi.
Me sentí.
Me escuché.
Crecí.
Si a la YO del pasado le contaban que un día iba a trabajar de lo que amaba, no se lo creía. “Creía” que estar trabajando en relación de dependencia y coordinando grupos era todo, ¡llegué!
Tampoco sabía en lo profundo qué amaba. Para ser clara, llegó un punto en el que por más distracciones que me inventara, no había salida. Fui enfermando y caí en un vacío anímico existencial heavy. En ese entonces tenía 28/29, y astrológicamente en mi retorno a Saturno comenzó la búsqueda laaarga que se concecta con el lugar en el que estoy hoy, es MÍO y lo sigo construyendo con propósito. Siendo consciente que en este proceso hubo cuotas de oportunidad y privilegios, pero también fue clave conocerme y confiar en mí.
Elijo creer.
Creer para ver.
Somos seres humanos, viviendo una experiencia humana en la Tierra, caminando hacia la perfección.
La manera de nutrirnos es una parte importantísima de esta gran transición.
Empezar a preguntarnos, ¿De dónde viene? ¿Cuáles son los ingredientes? ¿Quién lo hizo? ¿Bajo qué condiciones? ¿Qué efecto tiene en mí? Nos empiezan a conectar un poco más con eso que nos llevamos a la boca.
Nos enfermamos y no sabemos por qué. Vamos al médico que nos da la misma pastilla que le dio al paciente anterior, nos bajamos la fiebre con ibuprofenos y paracetamoles y todo está bajo control.
Comemos cosas empaquetadas que si leyéramos sus ingredientes lo pensaríamos dos veces.
Utilizamos cremas, cosméticos, desodorantes, jabones, llenos de tóxicos y contraindicaciones, elaborados por multinacionales que muy poco les importa nuestra higiene y salud.
Nos llenamos los ojos de programas burdos que nos roban las ideas y la creatividad.
Y así podría seguir, pero… ¡hay una buena noticia!
Siempre estamos a tiempo de recuperar nuestra vida, y la cocina es el lugar perfecto para comenzar.
También leía sobre la intolerancia al gluten, así fue que estuve más atenta a qué señal me daba el cuerpo luego de comer harinas, panificados. Pasados los 3 meses de esta prueba piloto, como la llamaba, algo en mí cambió: me desinflamé. De tener 3 cólicos al mes, no tuve ningunooo; de tener la cara llena de granos, mi piel se notaba mejor; de tomar 2/3 omeprazol por día, pasó un mes que no lo necesite.
Al integrar nuestra parte emocional, preguntarnos ¿qué nos pasa? ¿Qué sentimos? ¿Qué deseo? ¿Qué siento? Y tanto más. En ese preguntarme fue que tuve que hacerme cargo que no estaba feliz ni con la pareja con quien convivía, ni con mi trabajo de tantos años, ni con la vida que llevaba, ¿¿¿y ahoraaaa??? La corazonada fue tan grande que luego de semanas de reflexionar en mi interior, decidimos con mi pareja de 12 años cortar la relación, decidí también renunciar a mi trabajo, a la seguridad económica, social, en fin, lanzarme al vacío para reencontrarme con quien quería salir de ahí hacía tanto tiempo.
Vendí todas mis cosas y me fui a vivir a la montaña cordobesa, necesitaba silencio, amor, paz, armonía, reencontrarme con mi sentires, con mi salud, con mis sueños!
En ese reencuentro inolvidable, me reencontré con nuevos amigos, hoy hermanos de la vida, que comenzamos un nuevo camino, el del autoconocimiento, el de tomar consciencia de nuestros actos, y las consecuencias que ellos tienen en nuestro templo, el cuerpo, sentí que ya estaba preparada y me lancé aprender de ese mundo con toda mi alma y corazón.
Me reencontré también con una Alquimista, una Maga, una Mujer COHERENTE, que irradia luz, sabiduría, amor, alegría, la mejor Higienista de la Argentina y por qué no del Mundo Entero, que actualmente triunfa en España, la hermosa de María Elena Miura. Vivíamos en el mismo pueblo y los lunes nos recibía a todos los que gusten a almorzar, y compartir así su magia, sus dones, fue el descubrir un mundo nuevo: higienismo, comer limpio, detox, ayunos, limpiezas hepáticas, colónicas y más y más herramientas, las cuales hasta hoy día me sigue cautivando el corazón. Si no la conocen, síganla en @maria_elena_miura.
Con mi Cuerpo y paladar de fiesta por todo lo aprendido, experimentado, vivido, que siempre guardaré en mi corazón, es que decidimos con mi hermano Mauri, cumplir un sueño, armar un proyecto de Viandas saludables vegetarianas-Veganas, en el año 2013.
Propongo practicar una cocina con conciencia:
cocina sana, de temporada, una cocina para el cuerpo y el alma.
En nuestra cocina estamos en conexión con todo el universo.
Inicié un camino de autoconocimiento
desde la ALIMENTACION NATURAL, el HIGIENISMO, la Fitoterapia, las Flores de Bach, las Plantas Medicinales, Técnicas Depurativas. Todos estos poderes unidos más mi gran aporte de compromiso y voluntad, no sólo me devolvió la SALUD sino que además se convirtió en mi estilo de vida, mi misión.
Soy una autodidacta de las nuevas tendencias e investigaciones de la ciencia en alimentación, ¡no puedo evitarlo! Queriendo todos los días seguir creciendo y aprendiendo todo de este mundo. Experimentando a diario en la cocina… y todo lo que comparto, ¡antes lo pasé en mí!
2017
Llegó la idea de profesionalizar mi servicio y así nació Álcali Cocina & Educación, cocinando viandas de transición y acompañándote a disolver hábitos que afectan nuestra salud y reeducarnos a partir de conceptos integrales y experiencias compartidas.
Sigo tomando clases con grandes personxs, maestrxs, doctorxs, y, especializándome en Alimentación Natural & Plantas y sus técnicas, Naturismo, y fue así que comencé en IATENA la formación en Dietética y Nutrición Natural, donde comprendí con claridad los procesos biológicos/fisiológicos que vivimos, descubrir cómo cocinar de manera sana, económica y natural, sabiéndonos parte de la Naturaleza.
2019
Entre clases Cocina, Nutrición Deportiva, ayunos, hepáticas, mundillo fermentos, me fui encontrando con un viejo deseo por cumplir, una nueva formación, ir al @Espacio_depurativo en Córdoba a formarme en TERAPEUTA COLÓNICA y fue mucho más que eso: fue conectar con los saberes de @nestorpalmettioficial y equipo, mas de 2 décadas de experiencia en el Naturismo, Proceso Depurativo y sus 6 andariveles, la desintoxicación Corporal (Limpieza Hepática y la Hidro Terapia de Colon).
Y el camino siguió…
Sentí por lo que experimente que se hacía necesaria una mirada Integral del Ser Humano y comprender que lo que comemos influyen en todos los niveles cuerpo-mente-energía-espíritu. Es así que fusionando principios de diferentes escuelas, corrientes, diseñé un PROGRAMA DE CAMBIO DE HÁBITOS ALIMENTICIOS BASADO EN PLANTAS, donde el consultante no solo se le arma un plan personalizado sino tiene la posibilidad también de tomar clases de cocina acorde a lo que necesita, y una carta de viandas de transición que ayuda muchísimo a organizarse en un comienzo, comprometiéndose con su proceso conscientemente.
Actualmente me encuentro viajando todos los meses a Córdoba a la formación de Omar Riachi en MEDICINA ANCESTRAL Y PLANTAS. Mucho había oído de este hombre hace uños años, hace 23 años que da clases en su reserva natural en Capilla del Monte. Y un dia llegó la posibilidad, un lujo juntarnos con un hermoso grupo humano a aprender del monte, del bosque y su magias.
AL SERVICIO DEL BUEN VIVIR
La realidad nos muestra que uno de los momentos donde el hombre más se aleja de la naturaleza y poder ende de sí mismo, es en el ACTO DE COMER. Todavía nos influencia la idea de que nuestro cuerpo es una máquina de la que hay que cuidar el funcionamiento de las partes. Este paradigma vigente nos aleja de nuestra esencia: SER PARTE DE LA NATURALEZA, como lo son una planta, un animal, o una estrella.
La dieta es una forma de vida, de evolución que permite la transformación de adentro hacia fuera. Emerge la intuición unido a un conocimiento científico y experimental.
Ser criados para la belleza de la vida
reacción en nuestros campos físico, emocional y espiritual,
somos seres transformadores de nuestra vida
en pos del bien común!
La salud no solo se logra con lo que como
sino más con lo que siento y pienso
Que el alimento sea tu medicina
y que tu medicina sea tu alimento.
Coincido plenamente con el doctor Drama Singh Khalsa cuando dice:
“EL CAMBIO MAS IMPORTANTE QUE VEMOS EN ESTA ÉPOCA ES QUE GIRA EN TORNO A LA EXPERIENCIA, MÁS QUE LA INFORMACIÓN Y SUS EFECTOS EN NOSOTROS… AHORA EL LEMA ES ‘NECESITO UNA EXPERIENCIA‘. ESTE CAMBIO DE MODELO SE VE CON ESPECIAL CLARIDAD EN LA PRÁCTICA DE LA MEDICINA.»